miércoles, 12 de junio de 2013

Las niñas también cuentan: trabajo infantil



Las niñas también cuentan: trabajo infantil
12 de junio de 2013

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) es muy clara en definir al trabajo infantil. Para que sea considerado tal, debe privar a niñas y niños de su infancia, su potencial y dignidad. Además debe ser perjudicial para su desarrollo físico y psicoemocional. Una condición importante para que no se considere trabajo infantil es que la actividad desarrollada no interfiera con los estudios, les impida asistir a la escuela o sea tan pesada que el niño o la niña se encuentren cansados y no aprovechen sus horas de estudio. El que una niña o niño apoye en las tareas de su hogar, en el negocio familiar o durante periodos vacacionales para tener un ingreso, no son formas de trabajo infantil. Por el contrario, la OIT considera a estas actividades como parte de la formación de niñas y niños, siempre que como se apuntó, no impliquen abandonar o descuidar sus estudios o poner en riesgo su seguridad o salud.
La representación en México del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) reporta que en nuestro país 3.6 millones de niños, niñas y adolescentes entre los 5 y 17 años de edad están trabajando, es decir,12.5 por ciento de la población infantil. De ellos, 1.1 millones son menores de 14 años; lo que viola la Ley Federal del Trabajo pues no han cumplido con la edad mínima para trabajar. La mayor parte de las niñas y niños que trabajan lo hacen para contribuir económicamente a su hogar.
Las cifras revelan que un mayor porcentaje de niños que de niñas trabajan (casi el doble), pero en el trabajo doméstico la cifra de niñas que trabajan se eleva. El trabajo doméstico no es considerado como un aporte a los ingresos de la familia y por ello no aparece en las encuestas económicas. Con ello se sigue invisibilizando la labor que miles de mujeres, niños y niñas realizan y a la que dedican muchas horas y esfuerzo. Los estereotipos de género siguen afectando de manera particular a las niñas pues un 13 por ciento más de ellas que de los niños, se dedican a labores domésticas y a aquellas vinculadas a las que se creen propias de su género como el cuidado de otros miembros de la familia.
Por otra parte, la presencia de niñas como trabajadoras del hogar es muy marcada. Es común que mujeres menores de 17 años, incluso menores de 14 años realicen esta actividad. Recordemos además que las trabajadoras del hogar no cuentan con prestaciones sociales, servicios de salud y están sujetas a distintas formas de discriminación, abuso y maltrato, por lo que el hecho de que muchas niñas sean trabajadoras del hogar, las coloca en una situación de desventaja.
Desde un enfoque de derechos humanos el trabajo infantil no debiera existir. Ningún niño y ninguna niña debiera ser privado de su derecho a vivir de manera plena y feliz. Las niñas y niños son sujetos de derechos y por ello el Estado debe protegerlos de cualquier forma de maltrato o explotación, dentro de un marco de derechos humanos y del interés superior del niño y niña.
Ana Luisa Nerio Monroy
@aluisanerio

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