viernes, 13 de octubre de 2017

La pena de muerte 2017: a la baja pero no es suficiente



Autora: Ana Luisa Nerio Monroy.


Esta es algo así como una cita anual. Prácticamente desde hace 20 años, escribo algo, que publico en algún lugar, sobre la pena de muerte. Es algo así como un “disgusto culposo”. Este fue el tema que de manera definitiva me llevó a estudiar y después a trabajar en asuntos relacionados con los derechos humanos. Así que…aquí vamos. Revisemos cómo anda hoy el mundo respecto a esta grave violación a los derechos humanos. Adelanto que aunque hay avances, el panorama sigue siendo malo, sobre todo en países en donde en general los derechos humanos no son respetados y con gobiernos autoritarios.


Amnistía Internacional (AI) informa que 104 son abolicionistas. En 2016 la República de Benín (Noroeste de África) la República de Nauru (Isla de la Micronesia-Oceanía) abolieron la pena de muerte en la ley para todos los delitos. En la práctica otros 37 países son abolicionistas pues no han realizado ejecuciones en muchos años. Eso nos da un total de 141 países.[1]
Pero otros 23 países realizaron ejecuciones. Recordemos que esto se basa en datos conocidos. Puede haber más países y más ejecuciones. Al menos tres mil 117 personas han sido condenadas a muerte en 55 países en 2016.

También AI  ha documentado que en 2016, mil 032 personas fueron ejecutadas  mediante alguna de estas formas: decapitación, electrocución, ahorcamiento, inyección letal y disparo en la nuca por pelotón de fusilamiento.

La Coalición Mundial contra la Pena de Muerte reporta que en 2016, los 5 países que más ejecutaron en el mundo fueron: Arabia Saudita, China, Irak, Irán y Paquistán.[2]

Contra a la pena de muerte existen fuertes argumentos basados en el enfoque de los derechos humanos. En principio, la pena de muerte niega el derecho fundamental de la vida pues deja en el poder del estado la decisión de quién vive o quién muere; es un castigo de consecuencias irreversibles en el que siempre existe un margen de error humano. “En Estados Unidos, desde 1976, 150 condenados a muerte han sido absueltos. En algunos casos, la absolución llegó cuando ya habían sido ejecutados”.[3]

La pena de muerte no disuade a los delincuentes. Quien va a cometer un crimen de manera premedita o no, no piensa en que será atrapado y condenado a muerte. “Suele emplearse en sistemas de justicia sesgados. Algunos de los países que más personas ejecutan tienen sistemas judiciales profundamente injustos. Los tres países que más usan la pena capital (China, Irán y Arabia Saudí) lo hacen en circunstancias turbias y poco claras. Muchas condenas de muerte se basan en "confesiones" obtenidas mediante tortura”.[4]

La pena de muerte se aplica de forma discriminatoria. Generalmente  son sentenciadas y ejecutadas más personas pertenecientes a minorías étnicas, en situación de marginación o pobreza o con enfermedades mentales. Es además, una arma política para deshacerse de personas que no son afines al gobierno o que le causan algún “problema político”.

El marco legal internacional que prohíbe la pena de muerte está constituido por el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Protocolo núm. 6 al Convenio Europeo de Derechos Humanos y Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la Abolición de la Pena de Muerte.  No hay una prohibición internacional que obligue a todos los países a terminar con la pena de muerte.

En México no existe la pena capital como forma de castigo legalmente reconocida. Por el contrario, en nuestro vecino país del Norte sí hay pena de muerte y se realizan ejecuciones. En 2016 los Estados Unidos de América realizaron 20 ejecuciones y se dictaron 32 condenas. Cabe señalar que las cifras de ejecuciones y de condenas en los EUA van a la baja, lo que es bueno pero no suficiente.


@aluisanerio








[1] Amnistía Internacional. Pena de Muerte. https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/temas/pena-de-muerte/
[2] Coalición Mundial contra la pena de Muerte. http://www.worldcoalition.org/es/worldday.html
[3] Amnistía Internacional”, Op.Cit.
[4] Ibídem.

jueves, 28 de septiembre de 2017

28 de septiembre: Día de Acción Global por un aborto legal y seguro


Autora: Ana Luisa Nerio Monroy

28 de septiembre de 2017

Los pasados sismos que sacudieron al país nos hacen pensar en el valor de la vida. Por ello para algunas personas hablar de aborto parecería un contrasentido. Por supuesto no lo es. No lo es cuando la información revela que miles de mujeres en el mundo mueren a causa de abortos realizados en la clandestinidad, sin las condiciones de salud y seguridad que requieren. Muchas otras que abortaron por causas naturales o espontáneas (y las mujeres saben que esto sí pasa), están en la cárcel.

Ninguna mujer está obligada a abortar. La despenalización del aborto responde a una realidad. En todas las épocas las mujeres, por distintas razones, han optado por terminar con sus embarazos. Que lo hagan bajo condiciones salubres que no pongan en riesgo sus vidas es lo que se busca en primera instancia.

La despenalización del aborto es una cuestión de derechos humanos.  Se involucran entre otros, el derecho a la salud y a la vida, porque hay mujeres que abortarán en condiciones insalubres o de peligro, porque hay embarazos que ponen en riesgo su vida y es necesario interrumpirlos; los derechos reproductivos, el derecho a la autonomía del cuerpo, a la libertad y al proyecto de vida porque es la mujer la que se embaraza y quien si no cuenta con las condiciones económicas y sociales para criar a otro ser humano, deberá tomar las decisiones necesarias. Porque hay mujeres que quedan embarazadas después de una violación y es su derecho no continuarlo.

El 28 de septiembre se conmemora el día de Acción Global por un aborto legal y seguro. El objetivo es articular y visibilizar los esfuerzos de muchas defensoras de los derechos de las mujeres, activistas, académicas, entre otras. Hablo en femenino porque aunque hay hombres que se suman a esta causa, son sobre todo las mujeres quienes han salido a defender su derecho a interrumpir un embarazo de manera legal y segura.

Existen barreras legales que penalizan a las mujeres por interrumpir su embarazo o que nos les permiten terminar con éste, a pesar de que sea producto de una violación o de que ponga en riesgo su vida. Hay mujeres en la cárcel por abortos que no provocaron,  espontáneos pues.

En México, sólo la Ciudad de México cuenta con una ley que despenaliza el aborto.  En lo que va del 2017 casi 184 mil mujeres han interrumpido su embarazo. En estados como Guanajuato y Veracruz hay mujeres en las cárceles por haber tenido un aborto que en la mayor parte de los casos fue espontáneo.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, que 75% de las muertes maternas a nivel mundial se deben a: hemorragias graves (en su mayoría tras el parto), infecciones puerperales, hipertensión gestacional (pre eclampsia y eclampsia), complicaciones en el parto y abortos peligrosos. (INEGI “Estadísticas a propósito del día de la madre. 10 de mayo” disponible en: nacionaleshttp://www.inegi.org.mx/saladeprensa/aproposito/2017/madre2017_Nal.pdf)

Es importante sacar el tema de la esfera de las creencias personales y de los credos religiosos. Quien no quiera abortar no lo hará. Pero quien quiera o necesite interrumpir su embarazo debe contar con el marco legal que la proteja y le brinde las condiciones necesarias de salud para hacerlo.

@aluisanerio

martes, 11 de julio de 2017


La No Maternidad Elegida

Autora: Ana Luisa Nerio Monroy

No ser madre no es mejor ni peor que serlo. Simplemente es diferente, o algo así decía una frase que leí en alguna parte. Y no puedo estar más de acuerdo. Pocas veces escribo sobre la decisión de muchas mujeres, entre las que me incluyo, de no ser madre, de no tener descendencia.

Sí hubo una época en que como muchas mujeres me imaginaba con hijos o hijas. Pero al paso de los años simplemente me día cuenta que no era lo mío. Creo que ser madre debe ser una experiencia hermosa, pero como ha señalado Marta Lamas, la maternidad no es un destino, sino un trabajo de amor y como cualquier otro trabajo, debe ser deseado y por tanto elegido.

Y sí, dada su trascendencia en el proyecto de vida de una mujer, la maternidad debe ser una elección; una decisión tomada con libertad. También recuerdo muchísimo las palabras de María Consuelo Mejía, Directora de Católicas por el Derecho a Decidir México, cuando en una conferencia sobre derechos de las mujeres hablaba de la “Maternidad libre, elegida, voluntaria y gozosa”. Esas palabras me llegaron a lo más profundo y me hicieron cuestionarme sobre el por qué ser madre, no es parte del proyecto de vida de todas las mujeres.

No ha sido nada fácil. He pasado momentos muy incómodos con personas conocidas (y hasta desconocidas que por circunstancias de la vida, debes tratar por algunos momentos), amistades y familia (¡Ah sí, la familia, todo un tema!). ¿Y para cuándo el bebé?, ¿Te vas a perder la experiencia de ser madre?, ¡Ya no estás tan jovencita eh!, ¡Si no puedes yo tengo un excelente médico que te puedo recomendar! ¿Has pensado en adoptar?

Hubo un tiempo en que contestaba en el modo más cortés posible “después”, “un día de estos les doy la sorpresa”. Luego pase por el “¿Sabes? ¡Es que soy estéril!” (eso generalmente dejaba a mi interlocutor/a sin palabras).

No culpo a las personas (no a todas, ni del todo), de opinar sobre este tema porque así nos han educado. Es parte de la cultura que debemos cambiar quienes aspiramos a un mundo en donde la maternidad sea en definitiva una elección libre, voluntaria y feliz.

Ya no me importa si las personas me comprenden, si acaso esperaría su respeto hacia mis decisiones, pero eso tampoco pasa muy frecuentemente. Vivimos en un mundo en el cual todavía la cultura patriarcal y el machismo son muy fuertes. Por tanto, la autonomía de las mujeres genera mucho ruido y se le cuestiona aún entre las propias mujeres, pues no estamos exentas de reproducir estereotipos y mandatos de género.

No odio a las niñas y niños, no soy de las que hace cara de “fuchi” cuando un bebé tira la comida o de fastidio cuando llora (y si así fuera también debería ser respetado,  es una falacia eso de que a todas las mujeres nos encantan los bebés e infantes). Disfruto de la compañía, de la alegría y experiencia única que da convivir con niñas y niños. Les considero sujetos de derechos que merecen respeto, cuidado y protección. Pero yo no deseo una hija o hijo.

Tampoco considero que quienes son mamás sean mujeres tontas o inferiores. Es su derecho ser madres como el mío no serlo. Así de simple.

Estoy en el punto en que decidí dejar de excusarme y dar explicaciones por algo que en primer lugar no tengo por qué explicar a nadie y en segundo, porque es mi decisión. No soy madre porque no quiero. Punto. Yo elegí, opte y decidí de manera libre y consciente no ejercer mi derecho a la maternidad. No ser mamá es una decisión de vida de la que me siento absolutamente orgullosa. Y espero que cada día haya más mujeres que puedan elegir libremente su proyecto de vida, que puede incluir o no, la maternidad.



@aluisanerio

 

 

 

lunes, 6 de marzo de 2017

#8M Día Internacional de las Mujeres: conmemoración y no celebración.





#8M Día Internacional de las Mujeres: conmemoración y no celebración.
Autora: Ana Luisa Nerio Monroy


6 de marzo 2017
El 8 de marzo no es una celebración sino una conmemoración que tiene su origen en la indignación generada por la muerte , a causa de un incendio, de mujeres obreras de una fábrica textil, quienes exigían derechos laborales mediante una huelga pacífica (Nueva York, 1911). A partir de 1975 la Organización de las Naciones Unidas conmemora el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, fecha que quedó formalmente establecida por la Asamblea General de la ONU en 1977.
El 8 de marzo tienen además una especial vinculación con las mujeres trabajadoras. Inició como una lucha por los derechos de las mujeres obreras y se sumaron diferentes causas cono el derecho al voto. El valor del trabajo no remunerado realizado por las mujeres y la  brecha de género en el acceso a puestos de toma de decisión y de mejor remuneración, son  temáticas que en los últimos años desean visibilizarse.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señala que las mujeres dedican casi 30 horas al cuidado de niñas y niños, personas enfermas y adultas mayores, mientras que los hombres dedican 13 horas. Frente a las 30 horas a la semana que las mujeres dedican a actividades domésticas, los hombres sólo dedican 10 horas. La tasa de informalidad laboral para las mujeres se ubica en 29%, mientras que entre los hombres el indicador es de 26 %. El ingreso promedio para las mujeres en puestos de mando en los sectores público, privado y social es de 81.18 pesos mientras el de los hombres es de es de 95.24 pesos. Estos datos nos hablan de la enorme tarea que tenemos todavía por realizar para poder hablar de igualdad de género.
El Día Internacional de las Mujeres, desde un enfoque de derechos humanos y género, es un día para reconocer a las mujeres, su aportes a la vida económica social, cultural y política. También es una fecha para crear conciencia sobre los rezagos y obstáculos que existen para que mujeres y niñas gocen de todos los derechos.
Se sugiere no hacer regalos o dar flores porque ello banaliza el sentido de la conmemoración: el acceso y ejercicio pleno de las mujeres a todos los derechos, a la igualdad, no discriminación y una vida libre de violencia. No se felicita a la mujer por “ser mujer”, como no se felicita a los hombres por “ser hombres”.  Se hace un reconocimiento a sus aportes en diversos ámbitos, se les reconoce como sujetas de derechos.
Las empresas y la mercadotecnia se han apropiado de la fecha para fines comerciales y es común que regalen flores, hagan promociones y den obsequios etcétera. Pero ese no es el sentido real de la conmemoración.
El mensaje desde la perspectiva de género es: No me des flores dame derechos, reconóceme como igual, no me violentes. Ese es el sentido que se sugiere dar a la conmemoración.
¿Cómo mujer que hacer si te regalan una rosa o unos chocolates, o te felicitan?
Cada una puede reaccionar de acuerdo a sus ideales. Se sugiere no ofender a quien de buena fe tiene, muchas veces por desconocimiento, tienen un detalle.  Pero debemos concientizar a mujeres y hombres sobre el verdadero sentido del 8 de marzo y actuar desde un enfoque de género y derechos humanos.


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