jueves, 26 de junio de 2014

Grandes Montañas de Veracruz: discriminación y violaciones a derechos humanos



Grandes Montañas de Veracruz: discriminación y violaciones a derechos humanos

Autora: Ana Luisa Nerio Monroy

26 de junio de 2014

Cuando pensamos en el estado de Veracruz lo relacionamos con riquezas naturales, su bello puerto, su importancia histórica en el desarrollo del país, su producción cafetalera y su cultura llena de alegría y color, entre otras cosas. Como otros estados Veracruz es un estado diverso, lleno de contrastes y de contradicciones dependiendo del municipio o zona que se revise. La vida en ciudades importantes como Veracruz-capital, Orizaba, Córdoba u otras, es muy distinta a la que se presenta en la Región de las Grandes Montañas en donde hay una presencia numerosa de población indígena que vive en situación de exclusión, discriminación y con falta de acceso a servicios de salud y educación, por ejemplo. Esto es lo que visibiliza el, Diagnóstico sobre Derechos Humanos, Región Grandes Montañas de Veracruz, elaborado por la Red de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos de las Grandes Montañas de Veracruz (México, 2013).

La Región de las Grandes Montañas de Veracruz comprende 58 municipios de los cuales 57 son rurales, y siete son urbanos. Esta región se caracteriza por la desigualdad socioeconómica y aquí se localizan diez de los veinte municipios de la entidad con un mayor número de población en situación de pobreza, y dos de los 15 municipios con población en situación de pobreza extrema. 

Otra de las características es la discriminación que sufre la población indígena nahua de la zona. Esta población ha luchado durante años por mantener sus tradiciones y su lengua, asunto nada sencillo frente a la falta de voluntad e interés de las autoridades municipales y estatales para respetar, promover y mantener el patrimonio cultural de este pueblo.Si bien muchos se dedican a la agricultura parte de la población indígena trabaja en el comercio informal en ciudades cercanas como Orizaba en donde son criminalizados, extorsionados y constantemente hostigados por las autoridades municipales. Se les discrimina por su vestimenta y por su el uso de su lengua. No se reconoce que ante la falta de oportunidades de empleo, esta población recurre al comercio ambulante; y se desestima su aporte a la economía local pues consumen bienes y servicios en esas ciudades.

En la región el 77 por ciento de la población no cuenta con ingresos para cubrir sus necesidades básicas, incluyendo una alimentación adecuada y suficiente, lo que repercute en su salud. Si bien el programa oportunidades ha aumentado el porcentaje de la población con acceso a servicios de salud, la calidad de tales servicios es un problema grave. No hay instalaciones adecuadas y cercanas para atender las necesidades de la población, no hay personal médico suficiente y existe desabasto de medicamentos. La falta de traductores genera otros retos para lograr dar atención adecuada.

Otro aspecto en verdad preocupante es el de la mortalidad infantil cuya tasa es de 27.67 defunciones de menores de un año de edad por cada mil nacimientos, cuando a nivel estatal es de 24.14 y a nivel nacional es de 23. Esto es por sí mismo un foco rojo para que las autoridades actúen de manera pronta. 

Otra de las graves violaciones a los derechos humanos de la población de esta región tiene que ver con la salud sexual y reproductiva de las mujeres. En los servicios médicos se toman decisiones  relativas a la imposición de métodos de anticoncepción sin consultarlas. Se les niega la atención  pronta, adecuada y cálida a la hora del parto; y se les estigmatiza como ignorantes por el hecho de tener un número de hijos que desde la visión de las autoridades es excesivo. El trabajo de las parteras es criminalizado pero cuando se les necesita, las mismas autoridades recurren a ellas sin darles el debido reconocimiento y remuneración económica.

Estas y otras violaciones a los derechos humanos se presentan entre la población de la Región de las Grandes Montañas de Veracruz. Vale la pena leer todo el diagnóstico pues además de contener información valiosa, visibiliza la situación de una zona de la que raras veces recibimos información sistematizada y analizada desde un enfoque de derechos humanos. Es además un esfuerzo de  diversas organizaciones y colectivos que en un proceso de varios años han logrado coordinarse y realizar esta investigación.

@aluisanerio

lunes, 9 de junio de 2014

Desarrollo con inclusión social sin reconocimiento a la diversidad sexual



Desarrollo con inclusión social sin reconocimiento a la diversidad sexual

09 de junio de 2014

Autora: Ana Luisa Nerio Monroy

La Organización de Estados Americanos (OEA) celebró del 3 al 5 de junio su asamblea número 44, en la ciudad de Asunción, Paraguay. El título de la Asamblea fue “Desarrollo con inclusión social” y el programa de actividades incluyó conferencias, mesas redondas y encuentros entre representantes de las delegaciones de los países que integran este organismo regional, en materia de inclusión social con sub temáticas como los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, justicia ambiental y desarrollo sostenible, equidad de género, la Convención Interamericana para Prevenir,  Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (conocida como Convención de Belem Do Para), seguridad y seguridad cibernética, entre otros.

Durante la asamblea se realizaron encuentros con representantes de la sociedad civil de los países integrantes de la OEA. Uno de los temas centrales fue la discusión y análisis del “Proyecto de Resolución Derechos Humanos, Orientación Sexual e Identidad de Género”, propuesto por Brasil y que cuenta con el apoyo de Argentina, Colombia, Estados Unidos y Uruguay. Este proyecto de resolución busca colocar de manera explícita el derecho de la población Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transgénero, Transexual e Intersex (LGBTTTI), a no ser discriminados. El proyecto, que aún es una resolución, no una declaración y  por supuesto no es una convención; es un simple pero simbólico paso para avanzar en la discusión de esta temática, tiene por objeto “Condenar todas las formas de discriminación y los actos de violencia y las violaciones de derechos humanos contra personas por motivos de orientación sexual e identidad o expresión de género”[1]

La propuesta está en revisión desde 2008 y tendría que ser aprobada este mes. Sin embargo existe cierta oposición para ello, particularmente Paraguay ha expresado abiertamente que en este momento no estarían en condiciones de aceptar tal resolución. Por su parte el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza ha condenado los actos de discriminación de cualquier tipo pero no ha se ha manifestado de manera tajante respecto al tema de la Resolución sobre Derechos Humanos y diversidad sexual.

Durante la sesión varias organizaciones defensoras de los derechos de la población LGBTTTI salieron a las calles a manifestarse de manera pacífica pero la represión de la que fueron objeto, mostró la faceta nada inclusiva del gobierno paraguayo. Resulta totalmente contradictorio que en una asamblea de la OEA en la cual el eje temático es la inclusión social, no se de voz a quienes con toda legitimidad están luchando porque se les reconozca como iguales en dignidad y derechos. Ha resultado también un asunto curioso para quienes están en estos espacios diplomáticos  que el país sede no apoye una resolución considerada de “avanzada” y que se esté privilegiando de manera tan abierta la postura de grupos pro vida, católicos y evangelistas conservadores, opositores al aborto y al matrimonio de personas del mismo sexo.

¿Y dónde está México en estas discusiones? Adivinen… Nuestro gobierno no ha hecho una declaración pública en torno al tema y no está entre los países que impulsan la resolución, ciertamente tampoco ha dicho que se oponga, pero la ausencia de postura, es una postura. Si bien en nuestro país hay avances legislativos importantes en materia de derechos humanos y no discriminación, en los hechos, los crímenes de odio por homofobia se cometen en medio de gran impunidad y la discriminación por orientación o preferencia sexual se manifiesta todos los días. 

El desarrollo con inclusión social implica que todas las personas sin discriminación, sin que importe su color de piel, origen étnico, nacional, estrato económico, género, edad, orientación sexual, ideología o religión, por citar unos ejemplos, puedan ser parte de tal desarrollo y beneficiados por éste, en condiciones de equidad. No puede haber desarrollo si hay discriminación; no hay desarrollo sin inclusión; no hay desarrollo sin derechos humanos para todas las personas.

@aluisanerio



[1]PROYECTO DE RESOLUCIÓN: PROMOCIÓN Y PROTECCIÓN DE DERECHOS HUMANOS. Subtema: Derechos humanos, orientación sexual e identidad y expresión de género. (Presentado por la Delegación de Brasil) en http://www.oas.org/consejo/sp/AG/Prores44AG.asp