Síntesis elaborada por: Ana Luisa Nerio
Monroy
El informe "Panorama Laboral 2017.
América Latina y el Caribe", elaborado por la Oficina Regional de la Organización
Internacional del Trabajo para América Latina y el Caribe, señala que hay un
panorama mixto, pues hay recuperación en algunos indicadores y países, y
deterioro en otros.
Veintiséis millones de
personas desocupadas en el continente sigue siendo una cifra preocupante pues
nos habla de mujeres y hombres que no cuentan con el medio (trabajo) para
satisfacer sus necesidades y las de sus familias. Se
estima que la tasa de desocupación regional ha vuelto a aumentar por tercer año
consecutivo, pasando de 7,9% en 2016 a 8,4% al concluir 2017. No obstante, si
Brasil se excluye del promedio regional, para el resto de la región la tasa de
desocupación se reduce levemente de 6,1% en 2016 a 5,8% al tercer trimestre de
2017…En Centroamérica y México se registró una caída de la tasa de desocupación
de 4,5% en 2016 a 4,0% en 2017.” (Panorama Laboral 2017, OIT, p.15)
Un asunto sobre el cual debe
ponerse especial atención por los posibles efectos sociales, económicos y
políticos que puede tener es el desempleo de jóvenes que sigue siendo alto. De
acuerdo a la OIT uno de cada cinco personas jóvenes que busca empleo no lo
encuentra. Esto nos habla de millones de jóvenes que ven comprometido su
proyecto de vida y que, en un contexto de inseguridad, carencias económicas y
presencia de grupos del crimen organizado, pueden ser presa de enganches y
engaños para actividades ilegales.
La falta de empleos afecta
especialmente a grupos de población como las mujeres, para quienes la tasa de
desocupación aumentó .6% al pasar de 9.9% en 2016 a 10.4% en 2017. Este
aumento, aunque ligeramente mayor que el de los hombres, que pasó de 7,2% a
7,6%, puede ser el reflejo de diversos factores como la tendencia del mercado
laboral a preferir emplear a hombres por ser considerados los proveedores
naturales y a que las mujeres se ubican en empleos no formales con mayor
proporción que los hombres.
América Latina sigue
presentando un crecimiento mínimo y lento. Lo que en nada favorece al mercado
laboral. Si bien hay una leve mejora del panorama laboral que paso de alarmante
en 2016 a esperanzador en 2017, dicha mejora es lenta e insuficiente. Falta mucho
más crecimiento económico. La pequeña mejoría no se presenta en todos los
países. Mientras Brasil se recuperó un poco, Venezuela tuvo serios problemas
económicos durante 2017.
Hay decrecimiento en el número
de empleos formales creados y un aumento de en los empleos no formales. Los
primeros presentaron un descenso de 65,3% en 2013, a 64,1% en 2015 y a 63,4% en
2016, mientas que los segundos pasaron de 21,6% a 22,8% y 23,6% en los mismos
años. (Panorama Laboral 2017, OIT. P.16)
En materia de salarios la OIT
revisa el periodo de 2005 a 2015 y concluye que hay un “aumento real de 1,8% al
año. Es decir, en promedio, los salarios reales regionales crecieron en forma
sostenida en el periodo, aunque con importantes diferencias entre subregiones,
y entre sectores”. (p. 17) Muy importante, la OIT señala que en mientas en el
Cono Sur y países andinos hubo un aumento aceptable en “Centroamérica y México,
los incrementos salariales estuvieron muy por debajo del promedio”. (p.17)
La lucha por lograr salarios
dignos, suficientes y con prestaciones sociales para las y los trabajadores del
hogar, donde la presencia femenina prevalece, se mantiene. Las trabajadoras del
hogar o dedicadas al trabajo doméstico como lo denomina la OIT, siguen siendo
de las peor pagadas en todo el continente. Aunque los salarios de las
trabajadoras domésticas, crecieron en toda la región, siguen siendo los
salarios más bajos frente a otros salarios. “Los salarios del
trabajo doméstico son en la mayoría de los casos menores al 50% del salario
promedio”. (p.17)
La brecha salarial de género
sigue siendo un reto para lograr la igualdad entre mujeres y hombres. Si bien
ésta se redujo de alrededor de 20% al 15% entre 2005 y 2015 en América Latina “…los
salarios de las mujeres continúan siendo más bajos que los de los hombres”.
(p.18)
La OIT concluye que el
panorama laboral es mixto, algunos aspectos mejoraron en algunas regiones y
otros presentan deterioro. Se espera que 2018 la economía mundial crezca y ello
tenga un impacto favorable en la región latinoamericana y el Caribe. Siguen
apareciendo como foscos rojos la brecha salarial de género y el acceso al
empleo de mujeres y de jóvenes.
Fuente:
Panorama Laboral 2017. América Latina y el Caribe. Oficina Regional de la OIT
para América Latina y el Caribe.
@aluisanerio