Derecho a la alimentación
y derechos culturales
16 de octubre de 2013
Autora: Ana Luisa Nerio Monroy
El 16 de octubre es el Día Mundial de la
Alimentación y esta fecha, comúnmente se visibiliza para hablar de la necesidad
de erradicar el hambre en el mundo, (tema
sin duda relevante), pero en esta
ocasión deseo hablar de la alimentación como un derecho y en particular, de un
derecho con un importante componente cultural. El derecho a la alimentación es el derecho que todas
las personas tienen al acceso, goce y disfrute a alimentos de calidad y en
cantidad suficiente, para desarrollar sus actividades físicas y mentales sin
contratiempos. El derecho a la alimentación no implica que el Estado de comer a
cada persona sino que genere las condiciones adecuadas para que se produzcan y
adquieran alimentos de calidad y en la cantidad necesaria.
La alimentación es un derecho humano que va
más allá de la ingesta de nutrientes o del conteo de calorías; implica el
acceso económico y físico a los alimentos, la inocuidad de éstos y su pertinencia
cultural. Los alimentos deben ser
culturalmente aceptables para una sociedad, por ejemplo, el maíz es parte de la
tradición alimentaria del pueblo mexicano y por ello el que se ponga en riesgo
su existencia mediante la siembra de semillas transgénicas atenta contra los derechos
a la alimentación, a la salud y a la cultura.
Pocas veces nos detenemos a analizar el
componente cultural del derecho a la alimentación pero es fundamental, justo
para ver a este derecho como algo integral y no sólo como una medición de
indicadores sobre la nutrición. La alimentación culturalmente aceptable es una
de las características que la Observación General 12 del Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales reconoce como parte del contenido
de este derecho. La alimentación
forma parte de la cultura de las personas y pueblos; conlleva una gran
cantidad de rituales para la preparación de alimentos y de actividades
sociales. “tomarse un café con una amiga” no sólo es un acto de ingerir una
bebida, tiene una función social. En algunas culturas, los alimentos tienen propiedades curativas y funciones místico-religiosas.
Un ejemplo claro del aspecto cultural del
derecho a la alimentación es la ofrenda de Día de Muertos que se coloca en
varios estados del país, sobre todo de la región centro. Esta tradición que data de épocas
prehispánicas y que conjuga religiosidad
con estética y alimentos, parte de la idea de que hay que iluminar el camino
hacia un más allá en el que los muertos y muertas encontrarán paz y descanso.
Los honramos y recordamos colocando
alimentos porque los alimentos son vida, son amor, son una forma de
mostrar nuestro cariño. En una ofrenda “ofrecemos” aquello
que le gustaba a nuestra muerta o muerto, su dulce, guisado, postre o fruta
favorita. De paso también un tequilita, un jarro con un buen café, etcétera.
Los alimentos en una ofrenda son junto con las velas (para iluminar un camino),
las flores (alegría y olor que guía a las almas), y el agua (indispensable para
la vida) componentes indispensables en una ofrenda.
Alimentación y cultura son derechos
hermanados a través de una gran cantidad de rituales sociales: el pastel de
boda; la cena de navidad; la comida para celebrar un cumpleaños; etcétera. Comer y compartir el momento de los alimentos
es uno de los actos más humanos y más importantes de cada día. Cualquier celebración implica sin excusa, alimentos. Cada pueblo,
cada país, cada región, hace de los alimentos parte de su cultura y en México
alimentos y cultura son una combinación privilegiada. La comida yucateca con su
cochinita pibil y sopa de lima, Oaxaca y su mole negro o sus tlayudas; Veracruz
y sus mariscos; la zona centro con sus quesadillas, tlacoyos, gorditas y tamales; Coahuila y sus tortillas
de harina, su machaca con huevo o sus “migas” con chile;Guadalajra y su birria, Guanajuato y sus
enchiladas mineras, son algunos ejemplos de cómo los alimentos expresan una forma
de ser de cada pueblo,; nos habla de sus tradiciones y de sus recursos naturales. Sin duda son diferentes la cultura del “arroz” de países
asiáticos a los pueblos del maíz de Mesoamérica y los consumidores de papá de
Europa. Hoy 16 de octubre, Día Mundial de la Alimentación, recordemos que la
alimentación es un derecho humano integral y complejo y en esa complejidad su
componente cultural juega un papel fundamental en la vida de las personas y los
pueblos.
@aluisanerio
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