lunes, 6 de mayo de 2019

NO SER MADRE EN EL DÍA DE LAS MADRES



Autora: Ana Luisa Nerio Monroy

No deja de llamar mi atención la reacción de algunos compañeros y compañeras de trabajo, sobre todo hombres, cuando el día de las madres hace su arribo en el calendario y me felicitan en el trabajo ¡Felicidades licenciada! (Nota: todas y todos somos licenciadas o licenciados en este ambiente Godínez en el que actualmente me desenvuelvo y que adoro, no me malinterpreten) ¿Cómo? ¿No fue al desayuno de las madres? y respondo “No, no fui. Porque yo no soy mamá”. ¡Ah bueno! Disculpe, bueno…pero bueno…tal vez algún día….

La gente se descompone y no sabe qué hacer o decir. Porque para algunas personas es contradictorio y genera extrañeza, en este mundo donde se ha construido culturalmente la idea de que las mujeres somos madres, encontrarse con una mujer que suponen es mamá y no lo es. Y se sorprenden aún más si les digo que tengo varios años casada y luego terminan de sorprenderse si además se enteran que soy católica.

Una mujer sin hijos o hijas, que en general se ve saludable, relativamente joven y que además está casada, no cuadra con el binomio mujer-madre, que nos guste o no, aún está inserta en la mente de muchas personas. Esto no debe extrañarnos ya que la construcción de género y sus mandatos tradicionales, siguen muy presentes en nuestra sociedad. Por tanto, si bien existen avances, las mujeres siguen etiquetadas y ubicadas en ciertas actividades, actitudes, tareas y destinos. Uno de ellos es la maternidad.




¡Ah¡, Y de una vez aclaro, no tengo nada en contra de quienes son madres, desean y deciden serlo. No las creo de ninguna manera inferiores, pero tampoco superiores, simplemente su proyecto de vida es distinto del de otras mujeres, entre las que me ubico.

Sigo entonces…El asunto de estar casada y sin hijos genera mucho ruido porque aún prevalecen ciertos prejuicios ante la maternidad en solitario. Estar sola y sin hijos tal vez no está tan mal, podría ser hasta más responsable (habrá quien lo crea así). Para qué complicarse la vida y “aventarse el paquete de traer hijos o hijas al mundo sin un papá”. O si eres una “solterona” (¡qué horrible palabra!) pues se entiende…si no hay pareja estable o matrimonio no hay hijos (falsa idea). Pero casada y sin hijos…algo raro (o malo) habrá ¿no?

Además, se enteran que soy católica y se preguntan…bueno ¿pero si es católica debería desear tener hijos? A las y los católicos les gusta tener bebés (otra falsa idea). Se casan para formar una familia (como si una familia sólo existiera cuando hay descendencia).

Si sumamos que uno de los temas con los que me siento muy comprometida y de alguna manera, trabajo, defiendo y visibilizo son los derechos de niñas, niños y adolescentes…dicen… ¿Cómo? ¡Si no es una odia-niños y niñas! Si está casada, es católica, está joven (no tanto eh, estoy en mis 40s), si se ve saludable… ¿Por qué no es mamá?

La respuesta para mí es sencilla. Porque no quiero. Porque soy de esas pocas afortunadas en el mundo que pudo decidir. Que pudo elegir no ejercer la maternidad porque se dio cuenta que eso no era lo suyo. Porque en mi vida hay otras cosas que la enriquecen, que me hacen sentir plena, realizada y que me generan mucha felicidad. La maternidad no es una de ellas. Y sí, tengo una pareja que hasta ahora ha compartido esa idea y nos la pasamos requetebién.

@aluisanerio Twitter

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